sábado, 27 de junio de 2009

ESTANDO DE ACUERDO

Artículo que publica en su edición de hoy el periódico EL NOROESTE

En los últimos días diferentes medios de comunicación nos han comentado una noticia referida a la exposición de carteles de la Conferencia Episcopal, contrarios a la ley del aborto, colocados en despachos del Centro de Salud de Calasparra, evidentemente público. Es decir, el famoso cartel del lince, en que se compara la protección que se hace de algunos animales y la –según ellos- desprotección de un feto.

Intervenciones diversas de la persona acusada y de las autoridades políticas municipales, han tratado de aclarar las posturas diferentes. En resumen viene uno a decir que en su despacho pueden colocar la publicidad que les venga en gana, mientras que otros aclaran que, en los espacios públicos, esa libertad que se quiere alegar, está limitada por el respeto a las diferentes opiniones, todas aceptadas y toleradas, pero que no pueden hacerse aprovechándose de los cargos o funciones que uno ostente Se confunden muchas cosas, eso es evidente. Sobre todo olvidan los derechos civiles que atañen a todos, pero en este caso a mujeres y a sanitarios que tienen sobre sí aún la espada de Damocles de una ley injusta. Creo así resumir lo escuchado y leído sin equivocarme mucho.

De acuerdo totalmente en que en los espacios públicos hay que guardarse las posturas particulares o más bien propias de confesiones religiosas concretas, sin utilizarlas para beneficio o defensa de nuestras ideas. Añadir también que los despachos de esas instituciones y servicios forman parte del recinto público en que trabajamos. Y ello para salvaguardar la propia convivencia, porque ya se imaginan si cada uno quisiera hacer, desde su puesto de trabajo, apología de su creencia y su moral particular. Esto sería una jaula de grillos.

Por otra parte no está mal, de vez en cuando, recordar lo que nos dice la Constitución Española que en el artículo 16, aparte de garantizar la libertad ideológica, religiosa y de culto, recuerda que “ Ninguna confesión tendrá carácter estatal”. O sea que los tiempos del nacional-catolicismo ya pasaron. Bien es cierto que esta Constitución ya debió hablar de que España es un estado laico, pero no es menos cierto que no estaba el horno para bollos en aquél entonces de 1978 y primó el consenso y las concesiones de los perdedores de antaño.

Por si hubiera duda, viene bien recordar que el laicismo es una forma de concebir la sociedad con personas de diferentes creencias, basada en un respeto mutuo. Como resumen se podría explicar este concepto echando mano del slogan que se utilizó en una campaña por la escuela laica. “Con personas libres para pensar y creer”

Pero, aprovechando esta coyuntura y tratando de medir a todo el respetable con la misma vara, no estaría de más revisar algunas cosas con las que estamos conviviendo día a día, sin darles más importancia, cuando en el fondo del mismo mal se trata.

Por ejemplo, ¿qué me dicen ustedes de la utilización que los alcaldes hacen de los símbolos religiosos como si viviésemos en un estado teocrático?. Por ejemplo, no es de recibo que las fachadas de algunos ayuntamientos estén jalonadas por grandes carteles de imágenes religiosas durante todo un mes y alguna que otra temporada. Que nosotros sepamos la Casa Consistorial es de todos y no puede ser tomada por una confesión religiosa por muy mayoritaria que esta sea.

Tampoco es de recibo que existan aún aulas de colegios públicos presididas por crucifijos y otros símbolos religiosos. Muchas veces nos hemos encontrado con esta situación, que por prudencia no hemos denunciado, en los propios recintos de colegios electorales de varios sitios.

Siguiendo con colegios, en varios religiosos se llegó a presionar a las familias hasta lo inconcebible, para que firmaran los pliegos de firmas en contra de la Educación para la Ciudadanía, tal vez porque atisbaban un pequeñísimo coladero para formar ciudadanos y ciudadanas menos amelonados con viejas y obsoletas cantinelas y más críticos con la sociedad en que viven, incluido por supuesto el tema religioso.

No es menos grave el hecho de que nuestras autoridades civiles presidan procesiones y eventos religiosos, haciendo flaco favor a que desaparezca esa mezcla de poder religioso, poder político y en algunas ocasiones poder judicial porque también asisten los representantes de la justicia. Menos mal que ya vamos viendo desaparecer a lo militares o Guardia Civil en algunos casos.

Es verdad que muchas veces estamos mezclando churras con merinas, aunque es fácil entender que son diferentes. Me refiero a la combinación de elementos profanos con religiosos en las fiestas populares, sobre todo a la utilización para el llamado “turismo religioso”.

Así, poco a poco, podríamos ir desgranando una serie de hechos que en el fondo manifiestan una utilización mutua de unos poderes por otros, tratando erróneamente de sacar algún que otro provecho. Se olvida por tanto que en esta país ha tiempo se separaron los poderes y resulta cuando menos anacrónico, cuando no ultra, y de mala calidad nostálgica, la visión de ciertas situaciones muy frecuentes por cierto.

Por tanto, y reiterando nuestro acuerdo con las actuaciones llevadas en relación con el tema que comentábamos al comienzo de este artículo, empecemos a mirar nuestro ombligo no vaya a ser que veamos “ la paja en el ojo ajeno y no la viga en el nuestro”


Ángeles Trujillo.-. Miembro del Foro Ciudadano de la Región de Murcia

1 comentario:

  1. Querida Angelita, estoy seguro de que si el cartel en cuestión fuera a favor del "nosotras parimos nosotras decidimos" o un cartel del PSOE, tú estarías hablando ahora de libertad de expresión y de progreso.
    En la escuela de la que fuiste directora durante muchos años, (qué espacio más público y más "sagrado" que una escuela) hay profesores que se pasean luciendo pines con la banderita republicana y nunca te he oído quejarte.
    Yo no conozco ningún colegio religioso (por lo menos en nuestro ámbito más cercano) que haya presionado "hasta lo inconcebible" para firmar en contra de Educación para la Ciudadanía, sí te puedo decir sin embargo, que en la puerta de la escuela que dirigías un profesor repartía gorras, mecheros y bolígrafos del Psoe... tal vez lo que te molesta sea que se haga uso de esa libertad, con la que se te llena la boca, para fines que no sean los que tú predicas.
    Un abrazo.

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