martes, 24 de agosto de 2010

TRANSPARENCIA


Nos parece interesante el artículo de un amigo, Pedro J.Navarro, sobre la nueva ley que se va a debatir referida a este tema y por eso lo incorporamos a este blog.

Un paso para la transparencia de las AdministracionesPublicado en Agosto 16th, 2010 por Pedro José
Con casi seis años de retraso, y en el ecuador de este mes de agosto, hoy hemos conocido que por fin el Consejo de Ministros va a tramitar el próximo viernes el anteproyecto de Ley de Transparencia y Acceso de los Ciudadanos a la Información Pública. Anteproyecto que reconoce el derecho a saber de los ciudadanos frente a las administraciones públicas (central, autonómica y local) e incluso ante las empresas concesionarias de servicios públicos. Será la primera vez que en España se regula el acceso a toda la información “elaborada o adquirida por los poderes públicos en el ejercicio de sus funciones y que obre en su poder”.
El tema de la transparencia de la acción de los Gobiernos y sus administraciones viene de lejos, incluso algunos autores -como el periodista y profesor Juan Luis Manfredi- han denunciado recientemente que España ha presidido el semestre europeo con la anomalía de ser el único país grande de la UE que carece de una ley de acceso y de transparencia de la Administración Pública. De ahí el deseo de que el Gobierno cumpliera su promesa electoral desde 2004 y aprobase dicha ley antes de que finalice la legislatura. Además de darle el visto bueno a esta iniciativa en la legislación de acceso a la información, le toca al Ejecutivo impulsar el reglamento, la cultura de la transparencia, la disposición de los archivos, el gobierno abierto, la formación de los empleados públicos y el uso de las tecnologías.
Precisamente, coincido con Manfredi en que la cultura de la transparencia consiste no únicamente en la puesta a disposición del público de datos, sino en la organización de la documentación y su catalogación, la eliminación de la arbitrariedad y la obligación de destinar recursos humanos y económicos. Es un trabajo arduo, pero puede servir de ancla para recuperar la credibilidad de los partidos políticos y los Gobiernos en todos los niveles. Ante el auge de la corrupción, el nepotismo y la decadencia de algunas organizaciones sociopolíticas, no está de más recordar el aforismo de Louis Brandeis, juez del Tribunal Supremo de Estados Unidos entre 1916 y 1939: la transparencia es el mejor de los desinfectantes (”Sunlight is said to be the best of disinfectants”). Frente a la extensión de la manía de la rueda de prensa sin preguntas de periodistas, hace falta lo contrario. Hay que ejercer el derecho a preguntar, tener el acceso a las fuentes directas e insistir hasta que se responda por aquello que se ha preguntado.
Como periodista he experimentado en numerosas ocasiones las dificultades que entraña el acceso a esas fuentes de información que, en teoría, son públicas, pero que los diferentes poderes instalados en las Administraciones los consideran de su propiedad y muestran continuamente sus recelos para hacerlos llegar al gran público. No digamos cuando es la oposición política la que desea acceder a ‘información sensible’ que pone en alerta a quien detenta el poder. Eso también lo he vivido en el mundo de la política, durante los casi dos años en los que trabajé en el Grupo Parlamentario Socialista de la Asamblea Regional de Murcia.
Por ello, en estos tiempos de desafección ciudadana ante la política, iniciativas como la que se va a poner en marcha deberían de ser algo habituales para intentar encontrar formas para generar un servicio desde la Administración Pública que pueda solventar nuestros problemas y, por supuesto, aumentar nuestra calidad de vida.
Y para que nuestros gobiernos y administraciones sean abiertas no basta con que sean sólo transparentes, no es suficiente con que publiquen la información, sino que hay que hacerlo de una manera estructurada y que pueda ser reutilizada. Se trataría de compartir datos con un estándar para que cualquiera pueda generar servicios que ofrezcan más información y que pueda ser utilizada tanto para aportar como para fiscalizar la acción de gobierno.
El desafío de la transparencia informativa es una cuestión va a empezar a debatirse entre el gran público. Además de aprobar una legislación avanzada, que aproveche el conocimiento adquirido por los países del entorno para legislar el acceso, los medios electrónicos y los reglamentos correspondientes, conviene reformar las leyes de archivo de la Administración y la de secretos oficiales. Como afirma Juan Luis Manfredi, “la lucha contra la corrupción, la recuperación de la credibilidad del Gobierno y el abono de la esfera pública pasan necesariamente por la rendición de cuentas, el ejercicio del buen periodismo y la mejora de la calidad de la democracia”.